Para la prevención de las úlceras por presión, disponemos de
guías de práctica clínica actualizadas con recomendaciones basadas en las
mejores evidencias, que podrían reducir la frecuencia de aparición de nuevas
UPP en las instituciones sanitarias. Sin embargo, la prevalencia de estas
lesiones, en hospitales de casi todos los países desarrollados, continua siendo elevada. ¿Qué ocurre? ¿Es posible
que las recomendaciones sobre prevención no sean realmente eficaces? Desde
algunos ámbitos de la gestión sanitaria, con frecuencia se utiliza este
argumento.
Pero existen estudios que prueban lo contrario; las
recomendaciones de prevención basadas en evidencias funcionan cuando se aplican
y reducen la prevalencia de UPP adquiridas en el hospital. Un ejemplo es el articulo recientemente
publicado en Abril en el Journal of Wound Ostomy Continence Nursing.
doi:
10.1097/WON.0000000000000001
Se trata de una investigación de evaluación de la eficacia
de la implementación de un programa ideado y liderado por enfermeras para
reducir la prevalencia de UPP en el hospital. Se desarrolló en un hospital
comarcal de 511 camas, con actividad docente y ubicado en el medio-oeste de
Estados Unidos (Akron, Ohio).
El objetivo del programa fue el de superar las
barreras identificadas para la prevención de las UPP, tales como: conocimiento
deficiente de los factores que las causan, errores para establecer la etiología
de las lesiones, clasificación
incorrecta, uso incorrecto de la escala
de Braden para establecer el riesgo y una aplicación inconsistente de las medidas
preventivas basadas en evidencias. La
intervención consistió en el desarrollo de un programa basado en Enfermeras
Referentes para la prevención de las UPP en diversas unidades del hospital
(inicialmente se hizo un pilotaje en 6 unidades - incluida UCI- y tras
comprobar su éxito se amplió a 8 unidades más).
En cada unidad la Enfermera Referente era responsable de
realizar formación interna sobre prevención de UPP y de lesiones relacionadas
con la humedad; comprobar la correcta aplicación de la escala de Braden;
recoger datos de prevalencia cada cuatrimestre; realizar análisis de causas-raiz para cada caso de paciente con nueva UPP, reunión mensual con la dirección del programa,
desarrollar una sesión cada cuatrimestre de lectura crítica de artículos sobre
prevención de upp (actividad llamada “journal club meeting”), preparar boletines formativos específicos en
cada unidad; participar en programas de mejora de la calidad. Estas Enfermeras
Referentes disponían de tiempo especifico en su jornada laboral para el desarrollo
de estas actividades (por ejemplo 12 horas cada mes para hacer formación
personalizada en grupos de 2 a 4 a sus compañeras de unidad en sus turnos de
trabajo), así como incentivos económicos cuatrimestrales. En total se formaron
a 350 enfermeras de la plantilla. Se presentan datos desde el año 2009, en que
comenzó el programa, hasta el año 2012.
Durante el primer año de desarrollo del programa, estas
Enfermeras Referentes identificaron diversos problemas que obstaculizan la
correcta aplicación de medidas preventivas. Como ejemplos: uso de demasiadas capas de sabanas y
entremetidas en las camas, de forma que se reducía la eficacia de los colchones de redistribución de la
presión; diagnostico incorrecto de
lesiones relacionadas con la humedad como UPP de categoría I o II; alta
frecuencia de UPP en pacientes portadores de sondas urinarias (un 67%); escasa
eficacia de las colchonetas viscoelasticas de 5 cm de grosor usadas en los
quirófanos (que fueron sustituidas por colchonetas de 10 cm que han demostrado
mejor alivio de la presión).
¿Fue eficaz el programa?
Entre el año 2009 y el 2012 se consiguió una reducción del
77 % en la prevalencia de UPP adquiridas en el hospital. Esta reducción fue del
80 % en UCI; del 100 % en la unidad de ortopedia y del 100 % en la unidad de
cirugía general.
Pero, ¿cuánto cuesta todo esto?
En Estados Unidos, es fundamental la evaluación del ahorro
de costes asociado a cada programa. En base al número de UPP evitadas en los
pacientes con este programa (unos 400) y al coste del propio programa (sobre 35.000 dolares /año) encontraron un ahorro en torno al medio
millón de dólares cada año. Evidentemente los gestores de este hospital, que se
financia a través del sistema Medicare norte-americano, lo apoyan. El sueldo y
la formación de estas Enfermeras Referentes para la prevención de las UPP les
sale a cuenta.
Las autoras de la investigación concluyen que el programa reduce la prevalencia de UPP adquiridas en el hospital y los costes asociados. Tambien que las Enfermeras Referentes promueven el trabajo en equipo, la colaboración y la evaluación crítica de las intervenciones.
Si quiere conocer más a fondo el programa y los datos de la
evaluación puedes leer el articulo completo.
¿Creéis que un programa de este tipo seria exportable y aplicable
a nuestro entorno? ¿Podría funcionar? Podéis
dejar vuestros comentarios.
Me parece estupendo, sin saber q existía ya desarrollado nosotros en Madrid varias UCIs estamos trabajando en ello en formar enfermera referentes en cada UCI para poder formar al resto de compañeros, acabamos de empezar la aventura con mucha ilusión y entusiasmo. Un trabajo duro pero sin duda alguna sera gratificante y ojala consigamos obtener tan buenos resultados .
ResponderEliminarHola Monica, es una buena iniciativa, y os puede servir de apoyo saber que ya se ha hecho en otros centros y con buenos resultados. Quizas os pueda ser útil conocer el programa de intervención completo, tal como viene descrito en la publicación. Para "vender" el programa a los gestores y directivos, siempre es util tener evidencias que ofrecer.
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